Guía de tratamiento con sales de litio Manual para el paciente Oscar Martínez Azumendi Editado por OME (Osasun Mentalaren Elkartea - Asociación de Psiquiatría Comunitaria y Salud Mental) - AEN (Asociación Española Neuropsiquiatría). Bilbao, 1999. Actualizado de: “Tratamiento con Litio” Guías de educación sanitaria nº 2. Servicio de publicidad. Departamento Sanidad y Consumo. Gobierno Vasco. 1990. |
CONTENIDOS
Usted no es la única
persona en la que puede estar indicado este tipo de tratamiento. Son muchas las
que pueden beneficiarse de él. En todas ellas, y sus familiares, se ha pensado
al elaborarse esta guía. Esperamos pueda ayudarles a entender algo mejor el
tratamiento y prevenirles acerca de posibles riesgos.
Lea cuidadosamente
cada uno de los apartados, apunte todas las dudas que puedan surgirle y
coméntelo con su médico. Un folleto no podrá responder a todas sus inquietudes,
solo una relación de confianza con su médico podrá completarlo.
El litio es un elemento químico muy simple, siendo el metal más ligero que se conoce. De color blanco, la forma pura no se encuentra normalmente en la naturaleza, pero formando sales con otros compuestos está bastante extendido (rocas, agua de mar, manantiales, etc.). También se puede encontrar en animales y plantas. En muy pequeñas cantidades pasa al cuerpo humano con la comida y el agua, aunque se desconoce su función específica. |
La mayor parte del
litio usado en medicina es extraído de unos pocos minerales. Cuando se usa como
medicación, se toma por la boca en forma de comprimidos (su nombre comercial en
España es "Plenur"). Cada comprimido
contiene 400 miligramos de carbonato de litio.
El litio se descubrió
en 1818 al aislarlo de un mineral, su nombre se derivó de una palabra griega que
quiere decir piedra. En un principio
fue muy caro su proceso de extracción. A medida que fue abaratándose diferentes
enfermedades han sido tratadas con este producto, a pesar de que en la
actualidad estas indicaciones se han olvidado. Algunas fueron la gota y las
piedras de riñón (al ver que las aguas de manantial eran buenas para estos
problemas, entre otras razones).
También se utilizó, con mala fortuna, como sustituto de la sal de mesa común en enfermos del corazón. Debido sobre todo a las altas dosis utilizadas, empezaron a aparecer problemas y su uso fue haciéndose cada vez más limitado.
No es
hasta 1949 cuando su uso se empieza a extender tal y como ahora lo
conocemos. Investigando sobre sus propiedades, se descubrió por casualidad
como muchas veces sucede, que aparecían una serie de efectos que no se
esperaban. A partir de entonces, su aplicación en psiquiatría ha
conllevado enormes beneficios. |
En la actualidad se
estudia su utilización en varias enfermedades. De todas ellas, la más aceptada
universalmente como candidata a un tratamiento de este tipo es el trastorno
maníaco-depresivo o trastorno afectivo bipolar, aunque también se benefician de
este tratamiento otros procesos.
Maníaco-depresivo
quiere decir lo mismo que afectivo bipolar. Es decir, la oscilación entre un
estado que va desde la manía (que en psiquiatría significa exaltación, euforia,
irritabilidad, mucha actividad) a la depresión (tristeza, abatimiento, falta de
energía, desesperación). Son los dos polos aumentados de lo que llamamos afectos
normales (alegría - pena). Ambos estados pueden llegar a ser graves y requerir
de una hospitalización como manera de prevenir peores consecuencias.
Hay personas a quienes
uno de estos estados les sucede una o dos veces en su vida, mientras que otros
pueden tener recaídas más frecuentes. Este trastorno no es muy raro, se estima
que 5 de cada 1000 personas lo sufrirán, siendo 150 de cada 1000 los que tendrán
una depresión grave en su vida.
En muchos estudios se
ha visto que esta enfermedad está muy en relación con la familia. Sin embargo,
no hay conclusiones definitivas que nos permitan dar una explicación hereditaria
total en su aparición, ni predecir con precisión los riesgos de transmitirla a
los hijos.
Todavía hoy, en parte, es un misterio la causa de la enfermedad maníaco - depresiva. Aunque no existe una medicación que pueda curarla, el litio es la manera más eficaz de controlarla. Puede ser de ayuda en dos formas:
a) Cortando un periodo repentino de manía (y en ocasiones de
depresión).
b) Previniendo futuras recaídas.
Esta
última idea es muy importante, como el litio se usa de manera preventiva
generalmente, si se abandona de una manera brusca se correrá el riesgo de
recaer. Esto pasa también en otras enfermedades, como la hipertensión o la
diabetes. Por ejemplo, si una persona toma pastillas para la tensión alta,
nunca se le ocurrirá dejar de tomarlas cuando esté baja, porque
rápidamente le volverá a subir.
Sólo se aconseja suprimir el tratamiento tras un período prudente sin recaídas y siempre de acuerdo con su médico. |
No hay una regla fija
acerca de cuanto tiempo se deberá tomar el litio, la misma enfermedad es
diferente en muchas ocasiones ocurriendo de formas muy diversas en cada persona.
Entonces, solo una valoración individualizada puede servir.
¿QUE SE LE PUEDE PEDIR AL
LITIO?
En la mayoría de los casos
una gran mejoría a largo plazo. No es de esperar que esto se note repentinamente
y habrá que esperar un tiempo prudencial. Muchas veces será necesario utilizarlo
junto a otras medicaciones al inicio del tratamiento.
Una vez que el litio
se empieza a tomar, pasa a la sangre y de aquí a todos los tejidos del
organismo. Los riñones se encargarán de expulsarlo luego por la orina.
Se cree que en el
cerebro, más concretamente en los lugares responsables de las emociones y de
algunas conductas, actúa sobre posibles alteraciones químicas, estabilizando de
esta forma el estado de ánimo. Esto no quiere decir que las personas con
oscilaciones llamativas de su estado de ánimo tengan menos litio que las demás,
sino que se benefician de cantidades mucho más elevadas que el resto.
Desgraciadamente,
muchas veces no se puede controlar totalmente la enfermedad y puede ocurrir
alguna recaída. En estos casos, como han demostrado las investigaciones, la
intensidad de los síntomas es menor y aparecen de forma más distanciada. Aunque
no todo el mundo responde a este tratamiento, la mayoría de las personas lo
hacen y por eso es importante esperar un plazo prudencial de tiempo antes de
juzgar su utilidad. En caso de una recaída puede necesitarse reajustar la dosis
o añadir otra medicación complementaria.
El litio actúa sobre
la parte bioquímica o física del cerebro, pero como en todo problema mental no
podemos olvidar la parte psicológica. Junto a la relación de confianza que
deseablemente tanto el paciente como sus familiares pueden establecer con su
médico, sería aconsejable completar este tratamiento con alguna de las
psicoterapias ahora disponibles. La psicoterapia, que puede hacerse
individualmente, en grupo o en familia, busca conocerse mejor uno mismo y en
relación con los otros, además de apoyar a la persona en aquellos momentos más
difíciles de su enfermedad.
COMO EMPEZAR UN TRATAMIENTO CON
SALES DE LITIO
Su médico se habrá interesado por su historia de salud. Entre las muchas cosas que necesitará saber destacaremos lo siguiente (coménteselo si no lo hizo ya) : |
Otras
enfermedades: de
corazón, de la glándula tiroides, del riñón, epilepsia, diabetes y cualquier
otra.
Otras
medicaciones: para
el asma, tensión arterial, para orinar más y cualquier otra (compruebe la lista
del final).
Alimentación: mucho café o té, alcohol, comidas sin sal,
dietas especiales.
Actividades: trabajo de precisión con las manos (a veces se
dificulta por un ligero temblor), trabajos arriesgados con máquinas y
vehículos.
Embarazo y lactancia: el litio no debe tomarse en los
tres primeros meses de gestación (consulte con el médico si desea quedarse
embarazada). Si el litio se receta después, muchas veces se necesitará una dosis
mayor, ya que en esta época el riñón filtra más, para disminuirla al acercarse
el parto. Como el litio pasa a la leche materna, se aconseja no amamantar y
utilizar leches artificiales.
Una vez decidido que
el tratamiento puede ser beneficioso, se pedirán una serie de pruebas y análisis
para garantizar que su organismo funciona bien y así aumentar su seguridad.
Muchos de ellos dependerán del estado del paciente y del criterio médico.
Son importantes los
análisis de sangre para saber si su riñón y tiroides funcionan bien, ya que
estos órganos son los más fácilmente afectados y también para descartar otras
enfermedades que pueden estar originando síntomas del estilo de la manía o de la
depresión.
Lo más probable es que
empiece a tomar las pastillas de una forma escalonada, para terminar con dos o
tres tomas al día (cada 8 ó 12 horas). Comente a su médico la forma más cómoda
de hacerlo, por ejemplo si come fuera de casa regularmente puede ser más
conveniente tomar las pastillas cada 12 horas (desayuno y cena). Una vez
estabilizado el tratamiento, en algunos casos puede ensayarse la toma de la
dosis total diaria en una única vez.
Es muy importante que
tome la cantidad indicada, preferiblemente sin partir los comprimidos. Menos,
quizás no le haga efecto y no sirva de nada; más, puede ser tóxico.
Asegúrese de tener
siempre pastillas suficientes y no deje para última hora el ir a comprarlas.
Corre el riesgo de quedarse sin ellas sin darse cuenta.
ANALISIS DE LITIO EN SANGRE:
LITEMIA.
A diferencia de otras
medicaciones, en que es muy difícil saber la cantidad exacta que pasa a la
sangre, con el litio es posible controlar la concentración exacta que en un
momento hay en el organismo. Esto tiene grandes ventajas, ya que permite ajustar
con precisión la cantidad necesaria de pastillas en cada persona. Así se pueden
evitar las dosis pequeñas que no tienen ningún efecto, o las dosis grandes que
pueden ser tóxicas.
Se están ensayando
métodos para hacerlo directamente de la saliva, pero por ahora la forma más
fiable de saberlo es con un análisis de sangre. A muy pocas personas les hace
gracia el ir a sacarse sangre, consuela saber que esta molestia merece la pena
como manera de evitar riesgos.
Este análisis se llama "litemia". Cuando la concentración
en sangre oscila entre 0.6 y 1.2 miliequivalentes por litro (mEq/l) se
dice que está en niveles "terapéuticos", estas concentraciones variarán
ligeramente con cada individuo y podrán ser conseguidas con diferente
cantidad de pastillas según las circunstancias. |
La frecuencia de estos
análisis será establecida por su médico. En general, son necesarios análisis más
frecuentes al principio, incluso semanalmente. Una vez que se han alcanzado
niveles estables los análisis pasarán a ser mucho más distanciados (por ejemplo,
trimestralmente).
Antes de un análisis
asegúrese de:
a)
haber tomado regularmente el litio los días previos y llevar con la misma dosis
al menos 5 días.
b)
que le saquen la sangre transcurridas aproximadamente 12 horas tras la última
toma de pastillas.
Los análisis se hacen
generalmente a primera hora de la mañana, para favorecer que hayan transcurrido
12 horas desde la última dosis de la noche. Si el análisis se hace antes, los
resultados serán falsamente altos; si se hace más tarde, serán falsamente
bajos.
Por tanto:
1) Se deberá tomar la
medicación de la noche 12 horas antes (por ejemplo, si el análisis está
programado a las 8:30 de la mañana, las últimas pastillas de litio se habrán
tomado a las 8:30 de la noche anterior).
2) Podrá desayunar.
Sólo es necesario ir en ayunas si el médico se lo avisa por que se vayan a pedir
otros análisis complementarios. En caso de duda, no desayune.
3) No tome la
medicación de esa mañana hasta después del análisis.
4) Apunte en un papel
la hora en que tomó la medicación a la noche y la hora en que le sacaron
sangre.
EFECTOS SECUNDARIOS DEL
LITIO
Desgraciadamente, como
con la mayoría de las medicaciones, junto a sus efectos positivos pueden
aparecer otros no deseados. Es importante aprender a reconocerlos y poner los
medios para corregirlos. La aparición de estos efectos indeseables no es igual
en todas las personas. Muchos apenas tienen importancia, otros pasan con el
tiempo, otros pueden ser indicativos de toxicidad y es por ello que siempre
deben ponerse en conocimiento del médico.
Efectos secundarios
menores, que no requerirán atención médica especial o urgente:
En un principio,
mientras se ajusta la dosis y el cuerpo se acostumbra, pueden aparecer:
Sed
aumentada Orina aumentada Ligeras nauseas Ligeras molestias de estómago Temblor fino en las manos Ligera somnolencia Debilidad muscular |
Disminución del interés sexual Ligeros mareos Flojedad de vientre (no realmente diarrea) Aumento de peso Sabor metálico en la boca Sequedad de boca Empeoramiento del acné o de la psoriasis |
No
se asuste por esta lista tan larga, nunca aparecen todos juntos y generalmente
son de muy baja intensidad. Sobre todo al iniciar el tratamiento, un cuidado
especial ha de ponerse si se conduce o maneja máquinas peligrosas. Tomando las
pastillas con las comidas se pueden evitar muchos de los posibles efectos
desagradables.
Otros efectos secundarios que pueden
aparecer con el paso del tiempo:
Aumento de peso: quizás al inicio del tratamiento para luego
estabilizarse. Si sigue engordando consulte al médico, pero siempre tenga un
cuidado especial con la comida.
Aumento de orina: Muchas personas aumentan la cantidad de orina,
no es algo de excesiva importancia. Podemos decir que es la manera que tiene el
organismo de expulsar el litio. Si es excesivo y le dificulta en su vida normal
o en el sueño por tener que ir al servicio con frecuencia, consúltelo con el
médico.
Pruebas de laboratorio: Algunos cambios benignos no serán
descubiertos más que a través de pruebas de laboratorio (como el
electrocardiograma o el recuento de células blancas) y no suelen tener mayor
importancia.
Daño renal: Especialmente en tratamientos largos, aunque
muy improbable. Es una de las razones para los controles periódicos en sangre.
Cambios en la glándula tiroides: Situada en el cuello, puede
aumentar de tamaño (bocio) o disminuir su actividad. Cuando esta glándula
disminuye su actividad (también por otras muchas razones que el litio) se puede
notar: somnolencia, aumento rápido de peso, cansancio, cambios en la
menstruación, pensamiento lento, estreñimiento, sensación de frío, dedos fríos,
dolor de cabeza, dolores musculares, piel seca. Todo lo anterior puede
controlarse fácilmente y el litio generalmente no debe ser interrumpido.
Alergia al
litio: Pudiendo aparecer un sarpullido o picor.
Como se ha dicho, el
describir esta larga lista no tiene el ánimo de asustar. La mayoría de las
medicaciones habituales tienen este tipo de efectos secundarios que son
desconocidos por el público. Al ser las sales de litio un tratamiento
probablemente de larga duración es muy importante que Vd. lo conozca y no lo
interrumpa prematuramente. Existen
algunos "trucos" para reducir al mínimo las posibles molestias:
- Para la sed y orina: Habitúese a beber
más agua diariamente. Evite los refrescos con azúcar que con seguridad le harán
engordar. No se apure públicamente de ir con frecuencia al servicio, en su lugar
de trabajo puede avisar que está tomando una medicación que le aumenta la
cantidad de orina y en unos días a nadie le extrañará su conducta que por otra
parte no afectará a la calidad del trabajo.
- Para el temblor: Tome las pastillas con
la comida o en dosis mas pequeñas y frecuentes. La cafeína puede empeorarlo
(café, té, refrescos de cola, pastillas con cafeína). En casos extremos quizás
sea indicado añadir otra medicación para reducirlo (propanolol).
- Aumento de peso: Las pastillas "no
engordan", engorda la comida. El tomar litio puede favorecer que se engorde,
pero la única forma de controlarlo es una dieta equilibrada y un ejercicio
adecuado. Ya se ha avisado de los riesgos de los regímenes severos así como de
la escasez de líquidos, además nunca tome ningún tipo de pastilla para
adelgazar.
- Nauseas: Tome el litio con las comidas o
en dosis más frecuentes y pequeñas.
Signos de alerta por los que debe acudir al
médico:
En concentraciones altas, el litio puede llegar a ser muy tóxico. Es importante que aprenda a reconocer las situaciones de alarma y deje las pastillas consultando con el médico. Estas situaciones pueden ser: Diarrea persistente. Debilidad generalizada. Vómitos o nauseas intensas. Mareos o vértigos marcados. Temblor grosero de manos o piernas. Dificultad para andar. Calambres musculares frecuentes. Hablar farfullante. Visión borrosa. Pulso irregular del corazón. Confusión. Hinchazón de los pies o tobillos. Gran malestar. |
Todo lo anterior puede
originarse en otras muchas causas, pero al aparecer también cuando los niveles
de litio son altos es importante estar sobre aviso para controlar su
origen.
¡CUIDADO CON EL AGUA Y LA SAL! Aparte de no olvidar sus pastillas, no deberá tener otra preocupación que comer con suficiente sal común (nunca deje de tomar sal sin consultar con el médico), y beber todo el agua que necesite (el agua es buena para ayudar a los riñones). |
Si el cuerpo pierde
sal, los riñones eliminarán el litio más lentamente y se acumulará en el cuerpo.
A veces es necesaria una dieta sin sal para la hipertensión o para perder peso,
si esto no se controla el litio puede alcanzar niveles tóxicos. También se puede
perder sal si se toman pastillas para orinar más o se suda mucho.
Con el agua ocurre
algo similar. Si hay poca, a los riñones les cuesta eliminar el litio por la
orina. Hay personas a las que el litio les hace orinar más, si este es su caso
no deje de beber a pesar de las molestias.
Si sigue estos
consejos no tendrá mayores dificultades:
- Beba de 2½ a 3½ litros de líquido diarios.
-
Evite la cafeína (café, té, refrescos de cola), ya que hacen perder agua y
empeoran el temblor.
-
Coma con sal
- Cuidado con el exceso de sudor
(calor, ejercicio pesado, sauna, fiebre), deberá beber más.
-
Cuidado con las pastillas para orinar (diuréticos).
-
Cuidado con vómitos y diarreas (se pierde agua).
ALGUNOS OTROS CONSEJOS Y
ACLARACIONES.
*
Guarde las pastillas en un lugar seco, templado y al resguardo de la luz del
sol. El cuarto de baño y la cocina no suelen ser sitios adecuados, por la
humedad y el calor. Siempre alejadas de los niños.
*
El litio no crea adicción
*
No pierde efecto con tratamientos prolongados
* Para nadie está indicado el exceso de bebidas alcohólicas, tomando litio se puede beber con mucha moderación.
* El ejercicio es bueno para todos, es saludable y evita el aumento
de peso. Tenga precaución de tomar suficiente líquido tras haber sudado y
coma con sal. Si hace ejercicio habitualmente, puede programarse para que
las pastillas no coincidan justo antes de un esfuerzo muy fuerte. |
*
Si se olvida de tomar alguna de las dosis, tómela si lo recuerda en menos de
tres horas, sino espere hasta la siguiente dosis. Nunca doble la dosis para
"recuperar" lo olvidado ya que puede alcanzar niveles muy altos en sangre.
*
Una vez que se consiga ajustar la dosis necesaria y ver que es efectiva, siendo
a veces necesarios varios meses, es de esperar que pueda hacer su vida con toda
normalidad. El litio parece ser el tratamiento farmacológico mas específico para
la enfermedad maníaco ‑ depresiva. Si no es efectivo para su caso, otros
tratamientos deberán intentarse.
*
Si tiene que ser operado, especialmente si es de suponer que no se va a poder
controlar el agua y la sal, coméntelo. Puede ser necesario suspenderlo 2 ó 3
días antes de una intervención importante.
*
Si mientras toma el litio se pone enfermo por cualquier otra causa,
especialmente con fiebre, nauseas, vómitos o diarrea, consúltelo con su
médico.
*
No existe una respuesta única para el tiempo que puede ser necesario de
tratamiento. Variará con la frecuencia e intensidad de posibles recaídas.
Algunas personas deberán tomar el litio indefinidamente, mientras que otras
necesitan solo períodos limitados.
*
No se confíe, es posible que tras un período sin síntomas piense que tomar
tantas pastillas no está justificado, en muchas ocasiones abandonar la
medicación por aburrimiento o por "el qué dirán" se sigue de una recaída.
*
El reducir la dosis no hará que se encuentre "un poco más animado" o alegre,
seguramente lo único que conseguirá es situarse en niveles no efectivos.
*
Las pastillas no son toda la solución. Iniciar un proceso de psicoterapia
(charlas acerca de Vd. mismo con un profesional) puede ser muy indicado. Bien
sea individualmente, en grupo o en familia, es muy seguro que le ayudará a
entenderse mejor y controlar emociones que muchas veces no tienen que ver
directamente con lo que pasa a su alrededor.
*
La mayoría de medicinas pueden tomarse con el litio, el mejor consejo es
comentar con todos los médicos que le atiendan que lo está tomando y consultar
antes de tomar cualquier medicación.
Una
lista no completa de medicinas que pueden estar contraindicadas:
-
Antiinflamatorios no esteroideos (para la artritis): Indometacina, Fenilbutazona, Ibuprofén,
Acido Mefenámico.
-
Diuréticos (para tratar la retención de líquidos o la hipertensión, aumentan la
orina): Hidroclorotiacida, Clorotiacida
y otros.
-
Antihipertensivos como Metildopa.
- Digoxina para el corazón .
-
Antibióticos como Tetraciclina y Espectinomicina.
CONSEJOS “MUY IMPORTANTES” PARA UN ANALISIS FIABLE DE LITIO EN SANGRE |
·
Si no le indican otra cosa, asegúrese de que al menos 5 días antes del
análisis no ha realizado ningún cambio de dosis o distribución en la toma de LITIO, ni ha olvidado alguna de las
tomas.
·
El día antes del análisis tome el
LITIO 12 horas antes de
la hora a la que le han citado para la extracción. Por ejemplo, si tiene cita
para “sacar sangre” a las 8 de la mañana, el día anterior deberá tomar la dosis
de la noche a las 8 de la tarde.
·
Anote la hora de la última toma de LITIO y la hora de la extracción de
sangre.
·
El día del análisis, vaya en ayunas, sin tomar el LITIO. Después de “sacar la
sangre”, puede desayunar y debe tomar el LITIO si lo hace habitualmente por la
mañana.
NORMAS PARA LA CORRECTA
RECOGIDA DE ORINA
(en caso
de que se le indique esta prueba) |
·
La muestra de orina debe ser la PRIMERA de la mañana.
·
Lávese a fondo con agua y jabón y enjuáguese con agua tibia.
·
Primero orine una pequeña cantidad en la taza del W.C. sin
recogerla.
·
Después orine directamente sobre el frasco recién abierto. No recoja
tampoco la parte final de la orina.
·
Lleve la muestra recogida al laboratorio lo antes posible, nunca después
de dos horas.
Copyright © 1999 Oscar Martínez Azumendi